VICTORIA DE MAMDANI EN NUEVA YORK ES UNA SEÑAL DE ALARMA PARA ISRAEL SEGÚN EL HISTORIADOR ISRAELÍ KOBI BARDA
Un historiador israelí califica el triunfo del candidato musulmán en Nueva York como un ‘peligroso cambio político y una señal de alarma para el régimen de Israel’.
La victoria de Zohran Mamdani, candidato musulmán, en las elecciones municipales de la ciudad estadounidense de Nueva York, ha sido descrita como una ‘peligrosa transformación política y una señal de alarma para la entidad sionista’; así lo afirmó el historiador israelí y experto en política estadounidense, Kobi Barda.
En un artículo publicado el miércoles por el diario Yedioth Ahronoth, Barda define el triunfo de Mamdani como un síntoma del crecimiento de una corriente amplia en Estados Unidos que cuestiona la legitimidad misma del régimen ocupante israelí. ‘Esta tendencia se está expandiendo, especialmente entre las facciones progresistas y de izquierda en Estados Unidos’, señala.
El analista destaca la paradoja de que la ciudad de Nueva York, con la mayor población judía fuera de los territorios ocupados por Israel y que vivió los atentados del 11-S, eligiera a una persona cuya base de capital político se construye sobre una crítica feroz al régimen de Tel Aviv.
Barda recuerda en su nota que el electo funcionario previamente había pedido el fin de la colaboración científica entre la Universidad Cornell y el instituto israelí Technión, además de apoyar la desinversión de los fondos municipales en bonos del régimen de Israel.
El historiador israelí argumenta que el resultado electoral refleja la creciente influencia de la corriente progresista de izquierda dentro del Partido Demócrata y representa un revés para las aspiraciones de la línea dura republicana, que en 2014 había logrado mejorar sus posiciones en la ciudad.
Barda enfatizó que este desarrollo demuestra que Israel ya no cuenta con el consenso anterior en la sociedad estadounidense. El tema israelí-palestino es ahora un asunto controvertido, tanto en la política oficial como en la opinión pública, lo que hace que las relaciones con su principal aliado ya no sean algo obvio ni estén garantizadas.
Mamdani, que se ha convertido en el primer musulmán electo que gobernará la ciudad más poblada de Estados Unidos a partir del próximo 1° de enero, ha condenado la ofensiva israelí en Gaza tachándola de “genocidio” y se ha comprometido a acatar cualquier orden de arresto de la Corte Penal Internacional, CPI; contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.
Las furibundas reacciones de autoridades israelíes no se hicieron esperar: El ministro de seguridad interna israelí, Itamar Ben-Gvir, tachó el triunfo electoral de Mamdani de ‘victoria del antisemitismo sobre el sentido común’ y lo acusó de ‘simpatizante’ del movimiento palestino HAMAS, el ministro israelí de patrimonio, Amichai Eliyahu, acusó a los neoyorquinos que apoyaron a Mamdani de ser ‘judíos que odian a los judíos’, mientras que el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, afirmó que no se dejarían intimidar por lo que calificó como las ‘declaraciones incendiarias’ de Mamdani.
Analistas políticos señalan que la airada reacción desde Israel refleja la creciente frustración en Tel Aviv frente a la evolución de la opinión pública estadounidense, especialmente entre los jóvenes; que examina con mayor rigor la conducta del régimen israelí y sus crímenes de guerra contra los palestinos.
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