SOLDADOS ISRAELÍES SE ABURREN Y DISPARAN A CIVILES EN GAZA

09/julio 2024

Soldados israelíes han admitido haber disparado contra palestinos sin restricciones y por aburrimiento en la guerra genocida en curso contra la Franja de Gaza.

De acuerdo con testimonios de seis efectivos de las fuerzas de ocupación, publicados el lunes por la revista Tel Aviv +972 Magazine, las tropas del régimen israelí estaban autorizadas a abrir fuego contra los palestinos prácticamente a voluntad, incluidos los civiles, dejando luego sus cuerpos en las calles.

Los seis soldados que estuvieron desplegados en Gaza han relatado cómo las fuerzas sionistas mataban rutinariamente a civiles, simplemente porque entraban en un área que el ejército definía como zona prohibida, en medio de la casi total ausencia de regulaciones de tiro.

Había total libertad de acción, ha contado uno de los efectivos, identificado como B, que combatió junto a las fuerzas regulares en Gaza durante meses. Si hay una mínima sensación de amenaza, no hay necesidad de dar explicaciones, simplemente hay que disparar, agrega, al subrayar que tenían permitido disparar incluso contra niños y ancianos.

Yuval Green, un reservista de 26 años de Al-Quds, Jerusalén; desplegado en Gaza entre noviembre y diciembre del año pasado, y el único soldado entrevistado que estuvo dispuesto a ser identificado por su nombre, ratificó que no hubo restricciones sobre la munición. La gente disparaba solo para aliviar el aburrimiento, aseveró.

Por su parte, un oficial israelí identificado como A, comentó que, aunque disparar contra hospitales, clínicas, escuelas, instituciones religiosas y edificios de organizaciones internacionales requería una autorización superior, en la práctica podía contar con una mano los casos en los que nos dijeron que no disparáramos. Incluso en asuntos tan delicados como las escuelas, la autorización parecía una mera formalidad.

Los soldados israelíes entrevistados han confesado además que en muchas ocasiones los cuerpos de civiles palestinos asesinados fueron abandonados a lo largo de caminos y terrenos abiertos para que se descompusieran o fueran comidos por animales callejeros.