MOVIMIENTO NEOFASCISTA Y ULTRA DERECHISTA ITALIANO FAVORITO DE GANAR LAS ELECCIONES DE ESTE DOMINGO

Después de que el presidente italiano, Sergio Mattarella, firmara el decreto de disolución del Gobierno tras la renuncia del primer ministro, Mario Draghi, las nuevas autoridades se enfrentarán a una situación difícil: las consecuencias de la pandemia, el conflicto ucraniano, el repunte de la inflación, el aumento de los costes de la energía y los alimentos, así como las políticas de sanciones occidentales que afectan cada vez más a la calidad de vida de los italianos.

51 millones de personas pueden votar en Italia para configurar el Senado y la Cámara de Diputados, de donde tiene que salir un nuevo gobierno. Según las predicciones, el país puede tener por primera vez en la historia una mujer como primera ministra, así como un ejecutivo ultraderechista, un hecho inédito desde la Segunda Guerra Mundial que, además, crearía más dificultades a la Unión Europea en sus intentos de controlar la política interna italiana.

Según las encuestas preliminares, la mayoría de los italianos está a favor del partido Fratelli d’Italia, liderado por Giorgia Meloni, que pretende sacar a Italia de la crisis a la que ha sido arrastrada por la política corta de vista e irresponsable.

El partido fue creado en 2012, pero tiene sus raíces en el movimiento neofascista italiano del siglo XX surgido tras la muerte del líder fascista Benito Mussolini.

Fratelli d’Italia está apoyada por los sectores de la población preocupados por la inmigración, las relaciones del país con la Unión Europea y el deterioro de la economía. Se puede decir que sus políticas son conservadoras, ya que el partido se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo, promoviendo los valores familiares tradicionales. En 2019, Meloni declaró que su objetivo era defender: a Dios, la patria y la familia.